Como si se tratase de un apartamento en tiempo compartido, la empresa
Flexipetz, ofrece la propiedad de un perro entre varios dueños. La idea es ir turnándoselo y compartir el tiempo que se pasa con sus diversos amos. La compañía certifica que los canes son adiestrados debidamente, por lo que son serviciales y no agresivos, estando algunos calificados incluso como "terapéuticos".
La cesión de estos animales se realiza por horas, días o lo que cada dueño considere necesario.
Sin duda se trata de una iniciativa novedosa, aunque surgen muchos reparos morales ya que se trata de un animal doméstico con el que será fácil generar vínculos. No estamos ante un mueble, un coche o un piso, sino ante un ser vivo que merece el máximo cuidado y atención por nuestra parte. El hecho de querer asumir sólo una pequeña responsabilidad sobre él, implica de por sí, una muestra de falta de compromiso hacia la integridad de la mascota.
Echale un ojo a los
1001 Remedios para tu Mascota + Poster
Realmente curiosa iniciativa británica. Desde la página web edibleanus (ano comestible) ofrecen este producto que ha arrasado en ventas. De hecho en estos momentos está agotado hasta que salga la nueva producción anal. Se ha buscado reproducir la forma, tamaño y textura del ano de los seres humanos, ofreciéndose en distintos colores. Según los responsables, de esta manera se busca la integración y adaptabilidad a cualquier gusto o preferencia racial o de género. Realizado artesanalmente, se nos asegura que el chocolate no está preparado en China, sino en el Reino Unido con chocolate belga. Decenas de testimonios de clientes satisfechos parecen reforzar la idea de que se trata de un producto con bastante proyección. Para quien quiera utilizarlo como bisutería, existe la versión del ano en plata de 55 gramos. Hay que admitir que se trata de una idea novedosa aunque yo no se lo regalaría a mi pareja.
Cuando ya creía que lo había visto todo me he topado con la web de I Doser, una empresa que propone colocarte y sentir la experiencia de la droga mediante sonidos que pueden descargarse en cualquier reproductor de mp3 como un Ipod. La idea es que la música enmascara ondas de sonido muy estudiadas que alteran el funcionamiento cerebral generando reacciones similares a las que se tienen cuando se fuma marihuana, hachís o al tomar pastillas. Tienen otra vertiente que ofrece sonidos para lograr euforia, autoestima, seguridad, etc. Por si fuera poco también venden pastillas reales con variantes legalizadas de diversos productos, en fin, la tecnología al servicio del ocio creativo...
